Los Serafines

De todos los profetas de la Biblia hebrea, ninguno es citado en más oportunidades que Isaías. Pero Isaías no nació siendo profeta. Necesitó ser investido para ser parte de la vida de la profecía. El primer paso fue purificar la boca de Isaías para que fuera digno de mencionar la palabra de Dios. Dios logró lo anterior enviando un serafín a que tocara sus labios con un carbón encendido. ¿Por qué?
La purificación ardiente de los labios de Isaías
Las palabras de Isaías se encuentran entre las profecías más preciadas de toda la Biblia. Pero antes de que Isaías comenzara a recibir la profecía por parte del Señor, fue sometido a un ritual de iniciación en el Templo. Su boca fue limpiada con un carbón encendido sacado del altar. Luego, un serafín declaró: "Mira, esta brasa ha tocado tus labios. Tu maldad te ha sido quitada, tus culpas te han sido perdonadas" (Isaías 6:7). ¿Por qué era necesario quemar los labios de Isaías?
"Por encima de él había serafines"
Tal como los ángeles, los serafines son mensajeros divinos. Su trabajo es proclamar la gloria de Dios. Con voces estruendosas, éstos proclaman "Santo, Santo, Santo", sacudiendo los cimientos del Templo (6:3-4). Pero ellos tienen otro trabajo más: custodiar el trono del Señor en el Sanctasanctórum. Lo hacen utilizando fuego. La palabra hebrea serafim (שְּׂרָפִים) proviene de la raíz SRF (שרפ) que significa "quemar". Los serafines son "quemadores" de seis alas que utilizan el fuego para detener a los intrusos.
Shalom.

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