Aprendiendo a ser una Mujer Conforme a la Palabra


Aprendiendo a Ser una Mujer Conforme a la Palabra



 Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos. — Hebreos 4:16 

De acuerdo al diccionario RAE la palabra APRENDER deriva del latín apprehendĕre). que significa adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia.  Partiendo de esta descripción podemos notar que cuando somos llamadas por el Eterno es para a aprender cosas nuevas a través de la guianza del su Espiritu Santo, porque comenzaremos a cambiar nuestra vieja manera de vivir, entonces ahí tienen que ocurrir esos cambios para llegar a convertirnos en una mujer conforme a la palabra, debemos adquirir experiencias y vivencias para desarrollar de forma utilitaria nuestro aprendizaje; porque el que aprende comienza a presentar cambios entorno a ese aprendizaje.

Para poder aconsejar, acompañar y ayudar a otros en los momentos de necesidad, debemos haber experimentado la gracia y la misericordia del Eterno Dios, tener ese trato de amor de parte de Dios para que no sea solo una teoría vacía o una lectura de un libro cualquiera.  Porque esto es lo que traerá en la persona la esperanza de que también puedan encontrar en El, esa gracia en cada situación y puedan ser cambiados.

La gracia del Eterno Dios es la que cambia las vidas.  No somos autosuficientes, sin esta gracia, vana seria la predicación de la palabra en nuestra vida.

Juan 15:5 …porque separados de Mí nada pueden hacer”.

El Señor es nuestro ayudador en todo, cuando vamos a ese trono de gracia confiadamente en todo momento.  Un día sentí que era incapaz de ayudar o aconsejar a otros, porque comencé a ver mis tantas miserias humanas y de pecado, mis desaciertos, mis desvirtudes, mis ansiedades, mis torpezas, mis fallas.  Observé que mi vida no era menos desahogada, ni con menos problemas que los demás, pero recibí la siguiente palabra: “El hace al débil fuerte, al huérfano da hogar, provee pan a las viudas”.  Es el único que   Justamente me demostró que mis debilidades son las que me han provisto esa gran dependencia de Dios, sintiendo la gran necesidad de dar a otros de esta gracia, para que puedan encontrar también la ayuda sustentadora de Dios, no con sus propias fuerzas, sino con la del Shaddai (guardián de las puertas de la ciudad); la ayuda no es librarte de tus problemas, la ayuda de Dios es liberarte a través de los problemas, "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia”. (Salmos127:1-2)

 

Cuando ese aprendizaje produce el cambio en nosotras, comenzamos a reflejar una mujer que sigue los principios y enseñanzas de la palabra de Dios. En la Biblia, hay muchos ejemplos de mujeres piadosas y fieles que han sido modelos de virtud y fe para los demás. Algunos ejemplos incluyen a María, madre de Jesús; Ruth, conocida por su lealtad y bondad; y Esther, que mostró valentía y confianza en Dios.

Por tanto, cuando Dios decide combinar lo espiritual con lo practico en nuestras vidas, es porque quiere accionar en nuestra fe, y para convertirte en una mujer conforme a la palabra de Dios, es importante tener una relación personal con Él, a través de la oración, el estudio de la Biblia y la participación en una comunidad de fe. Aquí hay algunas pautas que pueden ayudarte en tu camino espiritual:

1. Oración: Habla con Dios regularmente, comparte tus alegrías, agradece por todo lo que ocurra en tu vida aunque no sean agradables a ti, comparte tus preocupaciones y peticiones con Él.

2. Estudio de la Biblia: Dedica tiempo a escudriñar y estudiar las Escrituras para comprender la voluntad de Dios y cómo puedes aplicar sus enseñanzas en tu vida, así podrás escuchar los mandamientos del Señor tu Dios, para que los guardes cuidadosamente.

3. Vida de oración: Vive de acuerdo con los principios y valores bíblicos en tu vida diaria, siendo honesta, bondadosa y amorosa hacia los demás.

4. Comunidad de fe: Busca la compañía de otros creyentes nacidos de nuevo que compartan tu fe y te puedan apoyar en tu crecimiento espiritual.

5. Fe y confianza: Cultiva una fe fuerte y confía en que Dios tiene un designio perfecto para ti, incluso en medio de las dificultades y desafíos.

Recuerda que no somos perfectos y que vamos en constante crecimiento espiritual. Lo importante es mantener una actitud de humildad, amor y búsqueda constante de la voluntad de Dios en tu vida.

Oremos:

Amado Padre Celestial,
Te doy gracias por tu amor incondicional y por la guía que nos proporcionas a través de tu palabra. Me acerco ante ti en humildad, reconociendo que necesitamos tu ayuda para ser la mujer que has diseñado que seamos.

Te pido, Señor, que nos ayudes a vivir de acuerdo a tus enseñanzas y estatutos. Que tu Espíritu Santo nos guíe y fortalezca en nuestro camino espiritual, para que podamos reflejar tu amor, misericordia y gracia en todo lo que hagamos.

Ayúdanos a ser pacientes, amables, compasivas y fieles a tu palabra en todas las áreas de nuestra vida. Que nuestra fe en ti crezca cada día y que nuestra vida sea un testimonio vivo de tu poder transformador.

Señor, toma el control de nuestro corazón, mente y acciones, para que todo lo que hagamos sea para tu gloria y honra. Ayúdanos a ser una luz en este mundo oscuro y a influir positivamente en aquellos que nos rodean.

Te entregamos todo nuestra vida, nuestros sueños y nuestras aspiraciones en tus manos, confiando en que Tú tienes un propósito perfecto para nosotros. Gracias por escuchar esta oración, en el nombre de Yeshua, Jesús, nuestro salvador y redentor Amén.

 De la Autora:



Comentarios